En los hospitales con certificación EDGE, se cuida a los pacientes y al planeta.
Como los hospitales funcionan las 24 horas del día y los 365 días del año, consumen 2,5 veces la energía que consume un edificio comercial equivalente. Sin embargo, si se toman las decisiones correctas en la etapa de diseño, las instalaciones médicas pueden ofrecer tratamientos de avanzada y, a la vez, disminuir el uso de energía y agua. EDGE permite que los centros de salud apunten a esas áreas en las que las tecnologías pueden reducir considerablemente las facturas de electricidad y ayudar a sus administradores a no salirse de los ajustados presupuestos.
EDGE se basa en la cantidad de camas, pisos e índices de ocupación, además del tamaño de los quirófanos, las unidades de cuidados intensivos y los servicios de diagnóstico, para crear un modelo de referencia. Diversos tipos de instalaciones médicas pueden obtener la certificación EDGE, incluidos hospitales públicos, privados o de múltiples especialidades, consultorios dentales u oftalmológicos, o clínicas o centros de diagnóstico.
El objetivo es diseñar instalaciones que proporcionen los estándares más altos de atención de la salud, sin desperdiciar recursos. Es por ello que, en lo que respecta a los hospitales en los mercados emergentes, la certificación EDGE es una decisión inteligente.